El Abordaje de la angustia no es algo sencillo, pero no por ello debería dejarse de lado, ni tratar de taparse sino por el contrario, intentar aliviarla sería uno de los objetivos de los profesionales de salud mental. Por supuesto que erradicarla, sería un gran logro terapéutico pero no imposible.
Repetidas veces escuché decir a diversos profesionales que se especializan en Cuidados Paliativos (entre ellos con quien empecé a formarme, Dr. Jorge Dureaume), que no se puede calmar la angustia si existe por ejemplo dolor. Por lo que no se puede entonces, empezar a trabajar con la angustia sin determinar primero sus posibles razones. Es por eso que siempre y ante todo, una correcta evaluación sería el paso inicial. Y por ese motivo, es importante un trabajo en equipo, interdisciplinario y de no poderse lograr, al menos que esté presente la multidisciplina. Sin un buen control de síntomas fisiológicos primero, no podría trabajarse bien sobre los otros aspectos (psicológicos, sociales, espirituales, etc). El dolor de por sí es una fuente de angustia, al igual que la disnea (falta de aire) y otros tantos síntomas que puedan aparecer.
Una vez que ese cuadro sintomatológico haya sido manejado y encausado por el/los profesionales tratantes entonces, se comienza a abordar la parte mental, social, espiritual. Desde este punto de vista también puede originarse la angustia por una o varias razones. Y por lo general ya se da desde un principio, a la hora de recibir el diagnóstico. Y puede acompañar al paciente (y claro que también a su entorno) durante el tratamiento.
Ante el diagnóstico, se genera inicialmente la angustia causada por la incertidumbre ante lo que pueda llegar a pasar (puede abarcar diferentes áreas). Por lo general todo cambio puede provocar angustia por el “no saber que va a pasar cuando se dé”. Y referido a una enfermedad como el cáncer, las modificaciones que se pueden llegar a suscitar son múltiples. Y suelen acompañarse además, por pérdidas (de roles, de actividades, de vínculos, de sexualidad, de la imagen corporal, entre otras). Todas y cada una de esas posibilidades puede ser una fuente importante de angustia, miedo, vergüenza, culpa, tristeza y otras varias emociones más.
Por lo cual, es de suma importancia que se pueda llevar a cabo un tratamiento de esas problemáticas.
Concluyendo entonces, existen múltiples herramientas para poder abordar las diferentes temáticas, pero una escucha activa, interesada, compasiva, sin prejuicios de ningún tipo puede posibilitar una buena descarga verbal (catarsis) y emocional posibilitando el diálogo que permitirá una búsqueda de posibles alternativas. Desde ya, acompañando y apoyando siempre al paciente y su familia si así lo requieren. Y algo que es, a mi ver, fundamental: siempre con un trato humano (de persona a persona) y cálido, que se fue perdiendo con el paso del tiempo, pero afortunadamente algunos al menos lo están tratando de recuperar.
Lic. Andrea P. Sciacca
Psicóloga Clínica Integrativa
M.N 63334
andreaps.clinica@gmail.com
Capacitación contínua. Formación en Psicoterapias Cognitivas Conductuales y Contemporáneas, Cuidados Paliativos, Espiritualidad, Salud Mental e Intercultura, Tabacología, Psicooncología, Mindfulness en Psicoterapia, Adultos Mayores,Psicofarmacología y Otras.