Luz del Amanecer
“Y cuando la oruga pensó que era su final, se transformó en Mariposa”
Capítulo I
Eran las 10am de un cálido sábado de noviembre del año 2015 . Las estelas de luz entraban directamente por los espacios que dejaba la persiana entreabierta de madera blanca y despintada de aquel departamento alquilado a pocas cuadras del Monumento a la Bandera. La ciudad despertaba aturdida y feroz como V. la percibia desde hacia ya algunos años, lejos de su Santa Fe natal, cuando había decidido continuar su vida sola, terminando con su matrimonio de apenas seis años y aun sabiendo que con dos pequeños no le iba a resultar nada fácil. El cansancio devoraba sus ganas y las pocas fuerzas que le quedaban… Las horas de sueño no alcanzaban para reponer el agotamiento físico y la tristeza que se había instalado en un rincón de su pecho, de esas que llegan para quedarse y se instalan en el corazón como una tormenta de viento pintando de gris las horas, los días, los meses, la vida…. Pero, aun asi, habia un hilo de luz que era capaz de anudar esos momentos de angustia y desolación, iluminando sobre todo esas mañanas de sábado en las que el único despertador eran los abrazos de sus hijos. Ellos eran su bálsamo … Su oasis en el medio de ese desierto que lastimaba el alma, la dulce A. y el cariñoso T.. Ella próxima a cumplir 7 añitos y el pequeño torbellino, estrenando sus primeros 4. Que generosa había sido la vida para regalarle tanto, la maternidad era su mejor tesoro pero aun asi no se sentía digna de recibir tan preciado premio… La vida se hacía cuesta arriba, las preocupaciones ocupaban todo el espacio de su tiempo… EL trabajo , el escaso dinero, las cuentas abultadas, sus hijos, con sus visitas periódicas al pediatra y el resto de sus actividades escolares y extraescolares le habían hecho olvidarse de sí misma, de su propia y tan valiosa vida.. V. era algo atractiva, aun faltando un año para llegar a la 4ta década, podía decirse que las tres horas semanales de gimnasia le sentaban bien sin embargo no alcanzaban para calmar el peso de la soledad que pesaba sobre su delicada espalda . Fue así que aturdida por tanto desasosiego no era capaz de recibir las señales que Dios iba poniendo en su camino.. ( porque luego a la distancia, se iba a dar cuenta que todas eran señales del cielo) Y ese mismo sábado de primavera no era la excepción, una señal se presentaba de la mano de T. cuando estando acostada, despertando lentamente a un nuevo día, el pequeño aun con los ojitos pegados luego de haber dormido profundamente, corrió a sus brazos y se lanzó sobre su pecho como si intentase con ese salto volver a meterse dentro de ella como cuando era tan solo un bebé de pocas semanas dentro de su vientre… Ese apretón fue el primer indicio, el dolor fue intenso, y la masa dura, cual roca, que cubría su seno izquierdo ya podía palparse sin necesidad de hundir demasiado los dedos. Pero V. no pensaba bajo ningún aspecto que podía llegar a tener algo por lo cual preocuparse. “Displasia mamaria”, resonaba en su cabeza, así lo había definido el informe de la ecografía que se había practicado hacía apenas siete meses. Nada de qué preocuparse , nada de que ocuparse, pensaba, aun cuando de abril a noviembre la dureza había aumentado sospechosamente de tamaño.… Al menos, algo bueno había decidido hacer por su salud, dejar de tomar las pastillas anticonceptivas, (sin saber que tantas hormonas habían sido una especie de veneno para su organismo), y no por apuro o por convicción, sino más bien por desinterés , ya que muchas veces el olvido había hecho que la toma sea discontinua, por lo que el efecto real se perdía y ya se tornaba inútil continuar con la ingesta.
Los días pasaban y cada vez se sumaban más cosas por las que ocuparse, entre ellas, el último paso para terminar la tecnicatura en Adm y Gestión Pública, carrera a distancia que había empezado hacía tres años y que le había costado tantas horas de insomnio , tantos viajes, tantos atados de cigarrillo, pero que ahora estaba llegando a su fin… pronto tendría que ir a la facultad , a su Santa Fe añorada, a rendir su última materia.
Los meses de verano transcurrían, un corto viaje a la costa Argentina habia traido un poco de aire y calma a su vida agitada, sin embargo, el calor agobiante de ese febrero de 2016 traía consigo otra señal, que V.. tampoco fue capaz en ese momento, de darle la importancia que se merecía, pero que,sin embargo, aquella vez, esa situación logró al menos, movilizar un poco su interés en ella misma. Sus pechos estaban más turgentes que lo normal, y por momentos se ponían tensos y dolían, especialmente, el de la dureza…Esa tarde , mientras hablaba por celular resolviendo consultas laborales, sintió como un líquido tibio y amarillento salía de su pezón izquierdo mojando una blusa blanca que traía puesta, y comprobó, que si presionaba levemente con sus manos,, podía sacar aún más del que sin presionar salía…El hecho volvió a repetirse varias veces los días subsiguientes, pero si bien se detuvo a pensar por un instante que era lo que podía estar provocando tal cosa, prefirió responderse sola… seguramente que un conducto mamario había quedado tapado y eso que brotaba era leche que había quedado almacenada desde hacía ya cuatro años, desde que había dejado de amamantar al pequeño T.. No había de qué preocuparse, se decía a sí misma, más adelante iria al medico, la “displasia” podía esperar, al igual que el dolor y liquido , no era momento de pensar en ellos, sino más bien en como iba a administrar su tiempo y su escaso dinero ese año que comenzaba. Nunca se imagino que el diagnóstico que ese mismo año iba a recibir, transformaría su vida y la de su familia , amigos y personas hasta ese momento desconocidas, para bien y para siempre.
Capítulo II
Los meses de calor intenso ya se habían despedido y los primeros días templados de abril invitaban a disfrutar más del aire libre. Había llegado el día de su control ginecológico anual, y como lo hacía desde el nacimiento de sus hijos, continuaba con el profesional que había sido su obstetra para sus dos últimos embarazos. Esa mañana del 14 de abril del año 2016 se trataba ni más ni menos que del fin y del comienzo, el fin de una vida vieja y el inicio de una vida llena de luz, aunque todavía las circunstancias, no le permitían verlo claramente.
La ecografía que hacía un año atrás no se trataba más que de un trámite rápido y formal, se había convertido de golpe en un ir y venir de médicos que se acercaban y hablaban entre ellos por lo bajo, en una senografia de urgencia, y una posterior derivación casi instantánea a un especialista en mamas del mismo consultorio. Aunque los médicos sorprendidos trataban de ser comedidos y cuidadosos en sus comentarios, sus caras indicaban que la cosa no era tan simple como V, se pensaba . Por un momento enmudeció, sintió por un instante que las paredes del consultorio se le venían encima, la bata la ahorcaba, su corazón latía aceleradamente y fue en ese preciso momento que se sintió por primera vez en mucho tiempo, desprotegida, asustada, desconsolada…. el miedo de a poco se iba metiendo en su cuerpo, en su mente, en su alma, … estaba aturdida, confundida. Regreso a su trabajo caminando, de la misma manera que había llegado a hacerse los estudios, pero esta vez no escucha música por los auriculares sino que al mismo tiempo que las lagrimas caían intensamente de sus ojos tristes, grababa audios a su grupo de amigas pidiendo que por favor recen por ella….. que recen por ella? No podía creer lo que estaba pasando, no podía ser cierto,, ¿Cómo a ella le podía estar pasando esto? Luchadora incansable, remadora innata , super mujer, buena persona… porque si bien no había un diagnóstico seguro, le estaban diciendo que tenía una dolencia que no se iba a curar ni con fisioterapia ni con pastillas de ibuprofeno. Iba a tener un extenso tratamiento por delante.
Llamó a su hermana mayor, la segunda, su confidente, su sostén, los 160 kilómetros que las separaban por momentos parecían 16000 porque la necesidad de un abrazo no se suplia con una llamada telefónica. C. seguro iba a saber tranquilizarla, ella y su hermano mayor, el Dr O. que aun siendo pediatra y viviendo en Córdoba, su título de médico y su condición de ser el mayor de sus hermanos, podían darle el sosiego y la calma que estaba necesitando.
Y asi fue y así lo hicieron, por un instante la distancia se acortó y las palabras acariciaron su alma, había que tranquilizarse, había un camino nuevo que recorrer y ellos no la iban a dejar sola, eran su familia, su sangre, sus raíces. Se secó las lágrimas y volvió a trabajar. Todo estaba a punto de comenzar de nuevo.
Capitulo III
-Tiene solución?? – pregunto V. con un atisbo de duda al médico que tenía frente suyo escritorio de por medio – Porque estoy decidida a hacer todo lo que tenga que hacer para curarme – Y el Dr. A.A.G sin dudarlo contestó, – por supuesto que sí, te vamos a dar con toda la artillería pesada.. Y una sonrisa esperanzadora se dibujó en su rostro y se replicó como un efecto dominó en aquellas tres valientes mujeres, que esperaban ansiosamente escuchar ese si, V.. , su hermana C. y su mamá E.
Ellas habían venido desde la ciudad de Santa Fe para acompañarla a la visita con el especialista en mamas que había sido pactada el mismo día en que se anoticiaban de la existencia de un posible tumor. Ese mismo 20 de abril empezaba el camino de sanación, un camino que iba a ser sinuoso, difícil, doloroso, sin embargo se iba a convertir en el inicio de una nueva vida llena de luz y felicidad, aunque todavía V.no lo sabia.
Lo que siguieron en los días suspensivos fueron estudios, punciones, trámites en la obra social, resonancias, tomografías y varios miligramos de clonazepan… Aún la cabeza giraba en círculos . –Las cartas estaban echadas, el resultado de la punción había dado positivo a cáncer en mama y metástasis en ganglio, pero así también, con ese resultado ella sabía que la certeza ponía fin a la incertidumbre y a la espera dolorosa, el diagnóstico ahora, era un trampolín para arrancar con un tratamiento específico y seguro . V. confiaba plenamente en todo el equipo de profesionales de ese instituto porque tenía las mejores referencias, así que sin dudarlo, dejó todo en manos del equipo de profesionales y de la voluntad de Dios, porque, sabía con seguridad que El no la iba a abandonar, y que también le iba a dar las fuerzas necesarias para transitar el tratamiento. Mientras tanto, como no podía ser de otra manera ( a su espíritu le encantaban los nuevos desafíos), se dijo a si misma: Esto vino para algo, así que la ciencia y las drogas que hagan lo suyo y yo me voy a ocupar de hacer todo lo demás. Me voy a curar !! Esa afirmación se había convertido en su próxima meta.
Ya la tecnicatura había quedado atrás, el trabajo, el dinero, y las preocupaciones superfluas habían desaparecido de sus pensamientos. Lo único que importaba era sanar por sus hijos, por su familia y por ella misma.
Capítulo IV
Sabia que el tratamiento que tenía por delante le iba a insumir tiempo, tiempo para ella, ese mismo tiempo que tenía que canjear por el trabajo, la escuela de sus hijos, y sus actividades extraescolares. Eso la llevaba inevitablemente a hacer un impasse y mirar hacia adelante. Era hora de hablar con el papá de sus hijos, de ponerlo al tanto de lo que estaba pasando .Ella tenía que empezar a delegar tareas y sobre todo, tenía que aprender a pedir ayuda .. Eso que tanto a ella le costaba, quizá porque de niña habiendo aprendido cuán importante era valerse por si misma, había confundido ayuda con fragilidad.
M. era algo atractivo, inquieto, ordenado, de actitud sumamente positiva y casi dos años menor que ella.., sin embargo, al momento de elegirse el uno al otro para formar una familia, eso no habia importado. El era un buen padre, sin dudas, pero hacía un tiempo que ella ya no lo veía como un compañero para su vida, por eso habían tomado la decisión de separarse ya hacía tres años atrás. Los meses y años después de la separación tuvieron sus matices , algunos momentos fueron buenos, otros no tanto, pero en general para ese entonces reinaba la paz y la armonía en su relación. Podían hablar de los chicos y comunicarse sin discutir, a pesar de que muchas veces no estaban de acuerdo en lo que pensaban. Gracias a Dios, era un buen momento para darle la noticia.
Como era de esperarlo, M. con su espíritu inquieto y su positivismo, no tardó en minimizar la enfermedad, y se puso a disposición para lo que sea, incluso, para acompañarla en todo lo que sea necesario bajo la forma que ella quisiese.
Fue asi que poco a poco iniciaron juntos otra vez el camino hacia la curación, del alma y del cuerpo.
Capítulo V
Ya con los pies en la tierra y su corazón en el cielo, rodeada de afectos y dispuesta a sanar, las ideas comenzaron a fluir y a medida que más se enfocaba en la sanación de su alma y la limpieza de su mente, podía sentir como su cuerpo respondía a sus pensamientos y a sus sentimientos amorosos, como si hubiese estado hacía mucho tiempo esperando a ser amado y atendido cuidadosamente.
El primer paso, sin duda alguna, consistía en desintoxicarse: el punto numero uno seria apagar el último cigarrillo y no volver a encender ningún otro nunca más. Paradójicamente, había llegado ese tan ansiado día en el que con plena conciencia había decidido dejar de fumar. Cuántas bondades iba a traer consigo un diagnóstico tan temerario!! Porque con esa última bocanada del cigarrillo rubio apoyada en el borde de la ventana del piso 12, de cara al pedacito de río que le permitían deleitar los edificios de la cuadra, pudo sentir por primera vez en 20 años la sensación de estar intoxicando sus pulmones, su cuerpo, su vida entera. El asco se apoderó en su paladar y ya nunca mas volvería a prender uno de esos.
El segundo paso consistió en revisar detenidamente su alimentación…. Hacia tanto tiempo que no se detenía a pensar con que estaba alimentando su cuerpo…Fue así que echando un vistazo rápido a un día de su vida, tristemente pudo darse cuenta que solo harinas y yerba mate ocupaban casi toda su dieta.. evidentemente, algo allí no andaba bien… -Había llegado la hora de limpiarse por completo e inclinarse hacia una alimentación saludable, Tanto había oído hablar de ella, sin embargo nunca le había prestado atención. Poco a poco irían apareciendo en su vida distintas personas, desde amigas hasta mamas del grado de su hija, que a su vez le presentaban otras tantas personas que irían aportando siempre información buena que ayudaba al plan de renovación que había iniciado.
Así fue como la alimentación alcalina reemplazo los hidratos y las grasas. Los dulces y el azúcar refinada fueron cambiados por las frutas , la stevia, los frutos secos, las verduras y mucho te verde.
El tercer paso se centró en atender a su cuerpo, escuchar sus células,
V. sabía que en el camino hacia el bienestar personal era importante sanar emocional, mental y físicamente para generar un verdadero cambio de vida.
Por qué entonces no podía existir la posibilidad de que el cuerpo a través de su enfermedad podría estar tratando de decirle algo…y si fuese cierto? Y si en vez de enojarse o resistirse le ponía atención y cuidado? Y si el cuerpo físico no era del todo el único responsable de enfermar? Y si era cierto que era un reflejo de lo que estaba sucediendo en su interior? Por que no podía ser que le esté alertando de la necesidad de mirar hacia su interior??… Todas estas preguntas resonaban en su cabeza y en su corazón…. Algo en lo profundo de su ser le decía que considerar éste punto de vista la iba a ayudar (y mucho) a transitar el tratamientos médicos y la llevaría al éxito en la curación.
El cuarto paso y no por ser el último enumerado fuera a ser el de menor importancia, consistió en volver a la Fe, poder mirar al cielo y buscar allí la paz, una mano, un abrazo Maternal. El poder depositar toda su confianza en ese Dios Padre y en todos los ángeles y seres de luz que sabía con certeza que estaban allí , que siempre habían estado, esperando por su atención.
Son en estos dos últimos puntos en los que antes, durante y al final el tratamiento, V. descubrió el origen y el fin de todas sus angustias y dolencias.. Algo iba a transformarse en ella y su entorno, desde ese momento y para siempre.
Capítulo VI
El primer mes desde la confirmación del diagnóstico trancurrio rodeada de sus grandes afectos. M. ocupaba más de su tiempo libre con ella y los niños y su compañía la hacía sentir bien… Algo había empezado a cambiar dentro de si … sabía que en algunos días arrancaría con el primer ciclo del tratamiento; cuatro aplicaciones de quimioterapia , una cada 21 días. Luego terminado el primer ciclo, arrancaria inmediatamente la segunda etapa : 12 aplicaciones, 1 por semana. El tercer paso, era la cirugía , programada para fines del mes de noviembre del 2016, que iba a consistir en una mastectomía y en la colocación de un extensor definitivo , y por último, llegando a febrero del 2017, seis semanas y media de rayos ( ese plazo le hacía recordar a la película de los años 80 “ Nueve semanas y media” y cada vez que pensaba en eso se le esbozaba una sonrisa en el rostro) Pero si bien saber como iría transcurriendo el tratamiento le bajaba la ansiedad, había que ir paso a paso, lo principal era ocuparse de ella misma, cosa que no había hecho durante mucho tiempo, y mientras tanto, la medicina tradicional haría la otra parte.
Pero, ¿Cuáles eran las herramientas que V. iba a utilizar para cambiar su vida por completo y llevar adelante el proceso de reinvención de sí misma ? En la meditación estaba la clave
Capítulo VII
Existen muchas definiciones para el arte de “meditar” sin embargo podría sintetizarse definiéndolo como “el acto de bucear hacia adentro” del propio ser en el aquí y ahora, en el momento presente, sin pensar en otra cosa más que en respirar… reposar en la profundidad fresca, calma y serena del ser.. La meditación ocurre sin esfuerzo. Solo se trata de dejar ir…dejar ir la ira y los acontecimientos del pasado…dejar ir los deseos y los planes para el futuro. La meditación es la aceptación del momento, viviendo cada momento totalmente con profundidad.
La meditación purifica y nutre desde adentro al tiempo que promueve la calma a las personas que se sienten desbordadas, inestables, o cerradas emocionalmente.
La meditación mejora la empatía y la compasión. Promueve la solidaridad. Incrementa la resiliencia en momentos difíciles. Disminuye la depresión. Incrementa la sabiduría y brinda perspectiva, aumentando la felicidad. Reduce el miedo, el estrés y combate la ansiedad.
Aumenta la memoria, la concentración y la creatividad. Adecúa la respiración y relaja los músculos…
V. sabia que haciendo de este ejercicio espiritual un hábito, los beneficios de tan bella práctica pronto saldrían a la luz y se reflejarán en su cuerpo y en su vida plena.
Y no se equivocaba… A medida que el tratamiento avanzaba, su alma se iba purificando, su corazón ya no lloraba y el pecho ya no la oprimía.
Podía respirar profundo, y en cada expiración liberar todas las penas y preocupaciones. Sus pulmones estaban livianos, su órganos vitales se sentían aliviados y su corazon latia, tranquilo, seguro, y constante, al son de la melodía de la alegría de su alma.
Capítulo VIII
Y así fue como, sin evaluarlo demasiado, V. se había dado cuenta que el diagnóstico de cáncer en su pecho ni por un instante había significado sinónimo de muerte segura , ni “enfermedad terminal” como a muchas personas les gustaba llamar, sino más bien que había sido sinónimo de renacimiento, reinvención, transformación, sanación…
Sanar el alma para curar el cuerpo….. Sanar el alma para volver a unirse a su marido, encontrándose desde otra perspectiva, un lugar más amoroso, más tolerante, renovando su promesa de amor incondicional, pudiendo encontrar la paz que tanto había anhelado .
Su pelo que había caído por completo no le importaba, una peluca de flequillo color caramelo le sentaba bien…. V. podía brillar en medio de la oscuridad de los dolores, las llagas, la neutropenia, las náuseas , las hemorroides y el malestar estomacal. .. No importaba, era parte del proceso de sanación…. Ella sabía que Dios no le soltaba la mano y que no estaba sola, desde todas las dimensiones tenía asistencia.
Era mucho más lo que había ganado que lo que estaba perdiendo….. porque estaba reinventándose a si misma…. El dolor la había hecho despertar y ver la vida como realmente era…. Maravillosa….Llena de amor y felicidad… -Había tantas cosas para hacer una vez terminado el tratamiento ! Las personas y las posibilidades se le habían presentado frente a sus ojos… La vida era corta, sin dudas, y ya no había tiempo que perder en angustias, preocupaciones innecesarias, enojos, reproches o ira porque ciertamente le estaba dando una segunda oportunidad.
Al fin y al cabo, algo en su interior le decía que solo las almas valientes habían elegido venir a la tierra y ella era una de esas, por eso rendirse nunca, nunca sería una opción .
Capítulo IX
Hoy es 15 de Febrero del 2019 son las ocho de la noche y recibí la invitación a participar de este concurso literario de la mano de Oncología Esperanzadora.. Mi nombre es Vanina R. y tengo 42 años. . Ya pasaron tres del comienzo del tratamiento, y dos años completos de la finalización de los rayos ( último ciclo del proceso de curación)
Siempre tuve claro que, al igual que los barcos no se hunden por efecto del agua que los rodea, sino que lo hacen por el agua que entra en ellos, de la misma manera que sucede con ellos, yo no iba a permitir que las circunstancias difíciles se metan en mi y me hundan , por más dura que sea la prueba.
Hoy por esta vía, quiero hacerles llegar mi testimonio de vida a todas las personas que tengan el corazón abierto y especialmente a quienes estén transitando un tratamiento oncológico o deban realizarlo próximamente. Con plena seguridad puedo decir que mi vida dio un giro de 180 grados para mejor. Hace tres años que volví a nacer, que vivo feliz, a pesar de la rutina, las dificultades económicas y los vaivenes propios de esta vida terrenal. Hoy transito mis dias agradecida de despertar todos los días, de tener un hogar, un cielo celeste sobre mi cabeza, un abrigo en los días de frío. Hoy disfruto del aroma a tierra mojada, de césped recién cortado, del aroma a pan tostado de cada mañana, de ver crecer a mis hijos. Vivo y confío en la providencia, sabiendo que la Fe no solo sirve como herramienta para salir de lo malo sino que también multiplica lo bueno. Ya no le temo a la muerte, más bien amo la vida y estoy convencida que el día que parta, será para continuar mi misión desde arriba.
Soy Maestra Reikista , gracias a que conocí personas maravillosas que me acompañaron codo a codo durante mis días de quimioterapia, asistiendo presencialmente y también a la distancia, canalizando toda su energía de amor . Hoy puedo “devolver” en otros todo ese amor que tanto bien me hizo.
Soy miembro del voluntariado de una fundación para el acompañamiento de niños en tratamiento oncológico y sus familias,.
Tengo un banco de pelucas , que circulan en forma gratuita entre diferentes mujeres, cumpliendo el fin con el que se decidi crear este mini espacio solidario, tratar de hacer más llevadera la alopecia temporal y llevando amor y motivación a cada una de ellas.
Diseño unos gorritos de algodón muy cómodos para que el pañuelo luzca mejor o bien para usarlos solos …
Todas estas actividades surgieron por la aparición de la enfermedad, si ella no hubiese llegado, raramente habría despertado a esta nueva vida que me llena de orgullo y alegría infinita…
No tengo nada más que palabras de agradecimiento para mis amigas que estuvieron siempre a mi lado, las de toda la vida, las de mi santa fe natal, que hasta organizaron una venta masiva de salamines para costear los costos de mi mastectomía, y a las de aquí, de Rosario, bellas mujeres , valientes y motivadoras.
A mi familia toda, la sanguínea y la “política”, a mi marido que con su amor incondicional me acompañó sin dudar un segundo del éxito de mi curación . A la institución educativa que supo contener y acompañar a mis hijos tan pequeños durante todo el tratamiento.
Y el mayor de todos , a Dios y todo cuanto Ser y persona conocida y desconocida puso en mi camino para llevarme al resultado soñado: La paz en mi mente, la sanación de mi alma y la curación del cuerpo.
GRACIAS – GRACIAS – GRACIAS