Primero de febrero del 2019. Acá me encuentro sola en mi casa, igual que un año atrás, cuando estaba esperando el resultado de mi biopsia para saber si lo que tenía era “estrés” o esa mala palabra (como lo llamaba mi abuela). Que con el tiempo entendí que no era tan mala. Estoy sentada en el mismo sillón, sintiendo la misma angustia que ese día. Pero esta vez sintiendo una rara satisfacción de haberle ganado al CANCER.
Durante este interminable año, muchas veces tuve ganas de sentarme a escribir todo lo que estaba sintiendo, pero siempre por vergüenza no lo hice. Cuando me entere del concurso lo único que sentí fueron ganas de poder contar un poco lo que sentí y lo que siento, porque si bien estoy con “ausencia de enfermedad”, sé que tengo que pasar muchos nuevos controles para saber si me cure definitivamente o acostumbrarme a vivir con esta incertidumbre. Tal vez contando mi historia, ayude a darle fuerzas a alguien que esté pasando por lo mismo que me toco pasar. Con eso me alcanza. Bueno, en fin aquí va mi historia.
Me llamo Romina, tengo 28 años, llevo solo 4 meses viviendo una nueva oportunidad que me prometí no desaprovecharla.
Vida difícil tuve, como todos. Pero creía que lo peor de mi vida ya había pasado. Hice todo lo que tenía que hacer. Fui buena hija, buena nieta, buena hermana, buena novia, buena estudiante. Termine mi carrera en el tiempo que la sociedad dice que debes terminarla. Cumplí con todos los mandatos sociales.
Mi papa biológico se fue de mi vida cuando era una bebe, nunca me quedo ningún recuerdo de él. Pero igualmente tengo una familia, digamos de cierto modo tradicional. Tengo una mamá, un papa de corazón que me crio y dos hermanos que son mi vida.
Siempre en la vida, me sentí culpable. Me sentí culpable de que mi papá se fuera. Me sentí culpable que mi mama no pudiera terminar la secundaria por quedar embarazada de mí, culpable por todo y esa culpa , muchas veces inconsciente, hizo una personalidad en mí que fue, la responsable de haberme enfermado. Esa culpa logro en mi vida que siempre viva sintiéndome en falta y agradeciendo por lo que tenía.
Sentirme en falta no me dejo nunca decirle a mi mama que estoy enojada con ella por lo poco que hizo para crear el vínculo con mi papa biológico. Pero como le iba reprochar algo si era la única que se me crio?
O como siempre me dijo, hizo lo que pudo. Tampoco nunca pude decirle a toda mi familia, abuelos, papa, tíos, etc, que también me enojo su silencio durante 28 años. El no hablar del tema, los hizo cómplices. Pero no es fácil darte cuenta que desde el amor también te pueden lastimar. Obvio que sé el amor que me tiene mis abuelos, el cual es mutuo, siempre quisieron lo mejor para mí, pero hoy en día, después de pasar todo lo que pase, me doy cuenta que cada uno desde su lugar hizo muy poco.
Como verán, aprendí a vivir sufriendo pero en silencio. siempre en silencio. Siempre sufrí porque no entendí como mi papa me abandono. Pero como iba decir eso en mi casa? Si desde que fui una niña todos los adultos de mi familia decidieron no hablar del tema, minimizando todo mi dolor. Solo hablaba con mi mamá pero cuando estábamos solas. Al final y al cabo, tenía un papa. No me podía quejar.
También siempre sentí que daba más amor de lo que daban a mí. Sentía que no me podía quejar ni pedir mucho, si tenía la suerte de a pesar de todo tener una familia. La vida me llevo siempre a poner en prioridad al otro. A mi mama, a mi papa, y a todos. Nunca hable, nunca me enoje, nunca llore porque si los otros me veían mal como se iban a poner?
Otra cosa, que me marco mucho en la vida, y pienso que en los inicios de mi carrera profesional, fueron los problemas económicos por los que paso mi familia cuando estaba entrando en la adolescencia. Calculo que por ser la hija más grande y ser mucho tiempo “hija – amiga” siempre me entere de todo. Soy consciente que en momentos, había problemas más graves que protegerme, pero hoy priorizándome por sobre todo, veo que siempre hubo tiempo para proteger al resto. Pero yo era fuerte, no necesitaba que me cuiden. La vida me había preparado para todo (eso me hacían creer). Siempre fui parte de la “lucha familiar “para poder progresar y estar bien. Con 12 años, trabajaba en la almacén de mi mama, ayudaba en la casa y era niñera de mis hermanos y una mujer independiente. Siempre priorizando al otro. Pero bueno, eso también me guio en los pasos que di en mi vida.
Cuando tenía 15 años, conocí a JUAN, el amor de mi vida, mi compañero que pase lo que pase está a mi lado incondicionalmente, a veces sin saber bien como, porque no es fácil acompañarte en el peor momento de tu vida. Muchas veces solo necesite su mirada, esa mirada que me daban fuerzas para seguir, porque en su mirada yo veía que todo iba a estar bien. Les deseo de corazón, que todos puedan encontrar a su juan es sus vidas. Nunca me voy a olvidar, cuando después de dormir horas eterna por efectos de la quimio me despertaba y siempre lo primero que veía era su carita. Cuando termine las quimio, me entere que se quedaba mirando como dormía para controlar si respiraba. Sí, es triste, pero controlaba si estaba viva. GRACIAS por tu amor y por a pesar de tus miedo nunca dejarme sola.
A los 20 años, busque a mi papa biológico. Necesita profundamente saber porque me había dejado… no me encontré con el papa que había soñado toda la vida. Me encontré con un hombre que nunca me pudo pedir perdón. Siempre justifico su accionar con las culpas del resto. Un hombre que nunca pude llamar papa, porque no estaba capacitado para ser mi papa, a pesar de tener dos hijas más con las cuales si eligió ser un “buen padre”. A mí solo me producía tristezas y enojos. Obviamente que con 20 años, hice lo que pude.. pero a mí nunca nadie me dio el derecho de hacer lo que podía.. siempre fui la adulta en todas las relaciones. Me tuve que hacer cargo de los miedos de mi mama, que inconscientemente me prohibieron contarle a MI PAPA del corazón que había encontrado a mi papa biológico. Hoy, a 10 años de ese momento, aun no lo sabe. Mi papa biológico, solo tuvo la capacidad para quedarse en mi vida no mucho más que un año. El motivo por el cual me volvió a abandonar? No lo sé, pero lo que si se es que me causo el dolor más grande de mi vida. Me sentí humillada, abandonada, en fin lo recuerdo como la tristeza más grande de mi vida. Pero como había aprendido desde chica, sufrir podía pero en SILENCIO. Asique eso hice, sufrí y llore en silencio. Teniendo una familia hermosa, pero con ningún adulto con la capacidad de ver mi dolor. O tal vez, lo venían pero era más fácil no hacer nada.
Cuando termine el colegio, me fui a estudiar a la ciudad de La Plata, viendo tantas injusticas a lo largo de mi vida no podría estudiar otra carrera que no sea Abogacía. Soñaba con luchar por los derechos de los más vulnerables. A los 23 me recibí, quemándome las pestañas lo logre. Siempre me crie con el mensaje que había que estudiar para ser alguien. Asique con 23 años, recibida, creí que lo malo ya había pasado y que solo tenía un futuro con cosas buenas. Les adelanto que no fue así. Me llevo 6 meses conseguir un trabajo de “Abogada”. En mi profesión hay que pagar mucho derecho de piso, la experiencia es algo que se paga caro. Yo casi lo pague con mi vida. Comencé a trabajar en un estudio previsional. Rama que siempre me gusto, que más noble que defender a un jubilado? Una persona que trabajo toda su vida, llego a grande y no llega a fin de mes sin la ayuda de su hijos? Eso es hacer justicia. Empecé a trabajar para adquirir experiencia, estaba tan enfocada en poder progresar que me olvide de vivir. Trabaja 12 horas por días, a veces ni siquiera me hacia el tiempo de almorzar. A cambio de qué? De nada. O si a cambio de mi salud. Con mi trabajo, me encontré con las condiciones que faltaban para que mi cuerpo diga BASTA.
Obviamente, que como todos lo que sufrimos el Cáncer, me pregunte porque a mí? fue lo primero que me pregunte. Porque justo a mí? Si ya sufrí un montón! Era necesario este bonus track? SII fue necesario!!
Venía con una mochila de culpas y miedos, que hoy me doy cuenta que la mayoría no eran míos! Sentía que estaba sola, (tengo una familia que está presente pero en las malas no sé por qué motivo de chica me acostumbre a arréglamelas sola) creía que tenía que poner todas mis fuerzas en trabajar muy duro para poder progresar. Con las ganas de progresar, me encontré viviendo para trabajar, a veces hasta doce horas por días por un sueldo que no representaba ni el 10 % de todo lo que me esforzaba. EL trabajo me cruzo con personas que lograron quitarme el poco autoestima que me quedaba. Me hicieron sentir que no estaba capacitada para ser Abogada, y lo peor me hicieron sentir que trabajar en esas condiciones era mi única opción.
En estas circunstancias, podrán ver que mi enfermedad vino a ayudarme o a sanarme. Nunca me di el derecho de escuchar a mi cuerpo, de pensar que mi cansancio no era normal y que no merecía vivir así. Angustiada, cansada, frustrada y sintiéndome tan sola. Como nunca vi las señales a tiempo, mi cuerpo dijo basta y recibí el merecido: bienvenido CANCER!
El primero de febrero del 2018 me entere que tenía Linfoma de Hodking. Que fue lo primero que dije cuando me entere que esta enferma? Que por favor no lo cuenten a mis abuelos!! No iba a permitir que ellos siendo tan grandes sufran por mi culpa! Y bueno que otra reacción podía tener? Si toda mi vida viví priorizando a los demás.
Sentí el miedo más grande que sentí en mi vida, miedo a morirme. Creo que solo la persona que lo paso sabe cómo se te paraliza el cuerpo cuando escuchas esa palabra.
El 2 de febrero conocí a mi oncóloga, en 15 minutos me dijo sin ningún dramatismo todo lo que iba sufrir en los próximos 6 meses, pero siempre con certeza de que me iba a curar. Me esperan 12 quimios cada 15 días, durante 6 meses. Me dijo que este tranquila, que el tratamiento era sencillo. Las posibilidades de descomponerme eran mínimas, no se me iba a caer el pelo, podía continuar con mi vida normal y cada 15 días solo un día tenía que ir al hospital de día a hacerme la quimio. Lamento contarles que no fue tan fácil como me lo conto. Ese mismo día, me recomendó empezar con una psicóloga que me iba ayudar a pasar este momento de mi vida. Sin dudarlo, la llame. Y así es que conocí a mi querida psicóloga. Una de las cosas buenas que me regalo el cáncer.
No tarde mucho tiempo en darme cuenta que para CURARME tenía que poner mucho de mí, poner el cuerpo en las quimio solo era un 20 %, principalmente tenía que curar mi ALMA. Tener salud, no es solo no estar enferma, la salud es un bienestar armónico entre cuerpo y alma. Bienestar que todavía no conseguí, pero por primera vez en mi vida soy prioridad y no me interesa nada más que estar SANA.
Lo que más me dolió de todo el proceso de enfermedad, fue darme cuento lo poco que me quería. Darme cuenta que todo este tiempo fui mi peor enemiga. Yo sola fui la responsable de darle el lugar a todos a tratarme como lo hicieron… en que momento deje de quererme no lo recuerdo.. pero fue hace mucho tiempo… en que momento deje de preguntarme que me hacía feliz.. tampoco. Por más que me enojé muchísimo con la vida, hoy no puedo dejar de ver que el cáncer solo trajo cosas positivas a mi vida. Principalmente una nueva vida. Agradezco profundamente que mi cuerpo me aviso a mis 27 años que no podía vivir más de este modo y no en mi vejez… porque si no me enfermaba de cáncer estaba condenada a seguir viviendo como lo venía haciendo.
Me sentí culpable por haberme enfermado, mi silencio, el no poder hablar y decir a muchas personas lo mucho que me lastimaron, todo el dolor que tenía en mi alma, el no reaccionar, dejando que me ofendan tan fácilmente hizo que me dejara de querer. Como dice mi psicóloga, no soy culpable de haberme enfermado, pero si estoy segura que fui responsable.
El proceso de las quimio, para mi fui muy difícil, por momentos te saca todas las ganas de vivir. Personalmente el cáncer nunca me dolió, si no era por un bulto que me salió en el cuello no me enteraba, hubiese estado muchos meses más sin darme cuenta que estaba enferma. Pero el dolor que no sentí con el cáncer, por decirlo de alguna manera, lo sentí con las quimios. Hubo semana en la que no podía levantarme de la cama, el cuerpo dejo de responderme. De ser una mujer súper independiente que nunca le pedí ayuda a nadie, me encontré pidiendo ayuda para bañarme, pidiendo que me cocinen, que me mimen, que me abracen. Gracias cáncer por demostrarme que no soy auto-suficiente y que pedir ayuda era una opción.
Como antes les comente, siempre pensé que daba más amor que el que recibí. El cáncer me permitió darme cuenta que estaba confundida. Me permitió ver el amor que me tiene mi pareja, mis amigos, mi familia y principalmente lo que me mas sorprendió fue la incondicionalidad de mis hermanos. Hasta febrero del 2018 los veía como mis hermanitos… chiquitos… esta enfermedad me permitió ver que ya son dos personas adultas, que me cuidaron como nunca me lo imagine y que me quieren tanto como yo a ellos. Hace 6 años los tres nos hicimos un tatuaje que dice… siempre juntos. Y así vamos a estar el restos de nuestros días. Juntos… porque es lo que me hace feliz.
También descubrí, que hay gente que no está preparada para verte sufrir y acompañarte en la enfermedad. Me enoje muchísimo porque personas que pensé que estarían no lo estuvieron como desee. Hoy mirando un poco desde la distancia, comprendo que debo respetar sus decisiones y los perdono. Sé que no fue fácil acompañarme, pero muchas veces los necesitaba.
Lo que odie durante todo el tratamiento, fueron comentarios (sin maldad, calculo) diciendo ya va a pasar… sacarte sangre es solo un pinchecito (cuando ya no me quedaban venas para pinchar) …que suerte tenes de estar en la cama! ….aprovecha a descansar y mirar la tele… lo peor ya paso…. Estas cansada? De qué? .. estas más gordita… tranquila que tu cáncer es de los “buenos”. Hay gente que no tiene la capacidad de ponerse en el lugar del otro y menos de sentir los miedo y el dolor ajeno. Esa mismas personas, hoy a 4 meses de pasar por el peor momento de mi vida y con más dudas que certeza… me preguntan cuándo voy a tener un hijo porque creen que tengo un noviazgo con la antigüedad suficiente para dar el siguiente paso que exige la sociedad, aun sabiendo que unos de los miedo más grande que tengo es saber si puedo ser mama en un futuro. Les recomiendo, que si no sabes que decir regalen su silencio.
Si estás pasando por esto, te digo que no es fácil…. te va a doler el cuerpo …. Por momentos vas a llorar sin consuelo… y solo depende de vos salir de eso. A mí me sirvió mucho la gente sincera de verdad, me acuerdo cuando estaba casi pelada y me negaba a darme cuenta… un día vino a visitarme una amiga del alma y me dijo… amiga cuando te vas a pelar? Pareces una loca con esos dos pelitos! Eso fue todo lo que necesite para animarme a pelarme a los días!. GRACIAS Amiga. No te vayas nunca de mi vida.
Odio dar consejos porque cada uno sufre a su manera y tal vez a otra persona le sirva escuchar que lo malo pasa rápido. Conmigo no funciono. Yo creo que el superarse depende de uno mismo, personalmente creo que mi humor me salvo. Fui la primera en reírme de mis nuevos defectos. Si los veía a todos medios triste siempre servía ponerme mal la peluca. Reírme fue mi mejor terapia.
Sé que muchas de las personas que me lastimaron, van a seguir en mi vida y que ellas no están dispuestas a cambiar. El cambio está en mí y en cómo me voy relacionar con cada una de ellas, en quien elijo para formar parte del resto de mi vida. Proceso difícil y duro que aún me falta caminar. Durante el proceso de las quimios, tuve la necesidad de volver a buscar a mi papa biológico. Para que me explique porque se volvió a ir. Sabiendo que ese fue uno de los motivos que me llevaron a enfermarme, su indiferencia me seguía lastimando. Pese a vivir en un pueblo chico no se enteró por el momento que estaba pasando. A mitad de tratamiento, ya no aguante más pensar si se había enterado y decidido no llamarme o realmente no sabía de mi enfermedad. Lo volvió a buscar una vez más… finalmente no se había enterado. Hoy ya no me sorprende… si siempre fue igual… no sé porque esperaba otra reacción de él. Tal vez, porque en su lugar salía corriendo a verlo. Pero estoy aprendiendo que no todos actúan como lo haría uno, y que eso no está mal, que paz me está causando en mi alma comprenderlo. Hoy no estoy ciega y veo lo poco que se preocupa por mí. Cuando pedí su teléfono a un familiar, le comentó lo que me estaba pasando y me envió un mensaje de whatsapp para desearme fuerza. Eso es lo que está dispuesto a darme. Hoy estoy comprendiendo que merezco mucho más que eso. Me prometo nunca más aceptar migajas de nadie. La respuesta al segundo abandonó tampoco la encontré pero gracias a dios ya no me duele tanto. Estoy aprendiendo a perdonar y perdonarme! a partir de ahora soy la única dueña de mi vida y tengo todo el derecho de hacer lo que quiera! Es fácil decirlo, pero antes no me daba cuenta de esa libertad, no saben lo feliz que me hace poder sentirlo. Hoy son muchas las cosas que me quedan por cambiar, y todavía no se el lugar que le voy a dar en mi vida. Perdón “papá” pero estoy muy ocupaba en buscar mi propia felicidad. Tal vez, en un tiempo sea yo la que decida irme de tu vida. Necesito tiempo, pero tengo todo el resto de mi vida para pensarlo!!!
A 4 meses del PET Negativo, solo puedo decir Gracias y Perdón. Perdón a mí misma por no darme cuenta a tiempo que no quería vivir más así! Perdón cuerpo por hacerte sufrir tanto. Perdón Romina por no escucharte a tiempo, te prometo que nunca más volverá a pasar!