Lactancia después de Cáncer de mama
Luego de haber atravesado un cáncer de mama, puede plantearse la posibilidad desde el deseo de la mujer de amamantar.
El establecimiento de la lactancia es seguro tanto para la madre como para el bebe, debiendo ser trabajado en forma interdisciplinaria, obstetra, pediatra, oncólogo/a, y especialista en lactancia ya que se deben dar determinadas condiciones, como no estar recibiendo tratamiento con quimioterapia, el uso de determinados medicamentos vía oral y que haya transcurrido el tiempo necesario para la eliminación de medicación para poder dar la teta.
En el caso de radioterapia externa, la radiación atraviesa el organismo no dejando huella radioactiva en el paciente (ASCO 2016), la leche no se ve alterada durante este proceso, siempre teniendo en cuenta el estado clínico materno y sensibilidad de la piel de la glándula mamaria irradiada, pudiendo suspenderse de ese pecho la lactancia, mientras dura el tratamiento (Johnson 2019, Shachar 2017), si puede generar una escasa producción y con sabor algo más salado por la concentración de sodio, pero segura para el bebe.
Luego de una cirugía mamaria pueden verse afectados algunos conductos, esto dependerá del tipo de cirugía que haya sido necesario practicar y la antigüedad de la misma ya que algunos conductos tienen la capacidad de regenerarse con el tiempo, o la cantidad de éstos que se hayan extirpado, donde la leche que quede retenida en el interior de la mama debe ser cuidadosamente controlada para su reabsorción.
Si la cirugía es una mastectomía unilateral, la mama restante será capaz de producir la leche suficiente para la alimentación del bebe, de hecho, hay muchas lactancias que son unilaterales sin mastectomías previas, siendo necesario el apoyo profesional y familiar.
Más allá de lo que implica la lactancia materna para el bebe, para las mujeres que han pasado por este tipo de cirugías, en muchos casos la lactancia es de gran ayuda para su autoestima ante un proceso complejo, siendo de gran ayuda el uso de dispositivos como relactadores, que permiten el estímulo necesario para la producción de leche y favorecen el contacto mientras el bebe recibe alimento, pudiendo llevar adelante una lactancia mixta.
La quimioterapia no afecta la producción de leche ni durante el tratamiento, ni posteriormente, como amamantar luego de un tratamiento no aumenta el riesgo de recurrencia, se recomienda animar y apoyar a las madres para que puedan amamantar finalizado el tratamiento, la leche materna no transmite células tumorales.
Así mismo si no estás en condiciones de amamantar o decidís no hacerlo, no tenés que tener sentimientos de culpa o frustración ya que maternar es todo un proceso y la lactancia es un eslabón más de esa cadena.
En ningún caso se deben postergar los controles mamarios, aún en época de lactancia el control es la herramienta básica en la prevención contra en cáncer.
Fuente http://e-lactancia.org/
Puericultora Gabriela Briñon
IG
📧: gvbrino@hotmail.com.ar